miércoles, 12 de agosto de 2009

Con más ganas de escribir que de respirar

Sigo aquí esperando, marchitándome cada día un poco más y quemándome por dentro a la vez. Es como algo vivo dentro de mí, como algo con una voluntad superior que me guía y ordena las cosas. Es algo contra lo que uno no puede luchar, y cuanto más lo intentes, será peor. En cierta ocasión intenté hacer como que no existía, que nunca me había ocurrido, en definitiva, intenté hacerme creer a mí mismo que yo no tenía un problema. El tiempo me dijo lo contrario, y es que una vez sientes que es el mismísimo reloj quien te susurra, está clarísimo que tienes un problema. Intenté luchar contra ello, pero definitivamente es superior a mí. En ciertas ocasiones he tenido la tentación de mandarlo todo a la mierda, de darme un suspiro a mí mismo y poder descansar de una vez por todas, pero siempre me pide más y más. En una ocasión te pregunté cómo lo haces tú para poder vivir con ello y recuerdo perfectamente que me respondiste: "sé como el agua". Nunca entendí tu afirmación, pero pienso que es lo más bonito que escuché jamás. No sé como es el agua, pues nunca tuve el placer de poder ser como ella, pero lo cierto es que debe ser maravilloso. Volviendo a mi adicción, ¿nunca has sentido la imperiosa necesidad de hacer algo? Como si todo lo que llevas dentro se precipitase a un mismo punto, a la altura del pecho e hiciese cuanto pudiese por salir al mismo tiempo que el resto. Como si cada vez que respirases lo hubieses hecho más rápido que la anterior y una extraña sensación de asfixia, como si el aire fuese un preciado bien que no nos correspondiera. El pulso tiembla y no puedes pensar en otra cosa. Se trata de una sensación muy difícil de describir, en realidad lo es tanto como describir lo que sentimos al estar enamorados o llenos de ira. Ah, se me olvidó decir que el corazon palpita con más fuerza cada vez, como un guerrero que lucha cada vez más y más por hacerse con la victoria. Los hay que son adictos a las drogas, al alcohol, al juego o incluso al sexo, en cambio yo, cada vez que algo sucede, soy consciente de que tengo que plasmarlo en una hoja para poder recordarlo mientras viva, y es que todos los buenos recuerdos vivirán mientras los recordemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario