sábado, 29 de agosto de 2009

To Ángel :)

Somos tantas cosas, que quisiera no necesitar una canción triste cuando de veras necesite llorar. Somos corazones que deambulan por el mundo, buscando un poco de caridad de otro ajeno, que nos diga que nos quiere, que por aunque fuese sólo un segundo nos dijera lo que necesitamos escuchar. El invierno llega a nosotros, y nos marchitamos como hojas que bailan sedientas de más vida al son de una dulce melodía que proviene del viento y nos sienta en nuestro sitio, con el habitual frío, con la habitual senación de abandono, de una triste noche en soledad. Y entonces, ¿qué nos queda? Nos queda un despertar amargo, donde sientes a personas o incluso cosas que se han cerciorado de todo antes que tú, como un triste pero feliz pajarillo que se posa en las ramas de un árbol, que no puede sentir ni a duras penas todo el dolor que acumulamos los seres humanos, que no comprende cómo está todo montado, que no es como nosotros y por eso es feliz. :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario